“Cuando llegué a Los Ángeles no me entendían una palabra. El acento del sur fue un problema, así como mi voz. Pero así soy yo. Hay miles de actrices pero no hay muchas que a los diez años se expresen como lo hacía yo. Era lo que me distinguía de las demás. Desde un principio supe que no cambiaría con tal de triunfar”, cuenta.
Miley siempre muestra seguridad, pero dice que no es su mayor virtud.
“No soy segura de mí misma, porque sigo siendo una adolescente. No puedo decirles a las chicas de mi edad que no hagan comparaciones porque ellas no cuentan con una maquilladora y una peluquera que las deje impecables todos los días. Me levanto y alguien me peina y me da una ropa maravillosa. Son cosas que no tendría si no me dedicará a lo que me dedicó”, reconoce la estrella juvenil.
Y además de todo eso, explica que ella no se ve nada atractiva.
~мιℓєу fαвυℓσυѕ~“No creo ser particularmente atractiva cuando me miro en el espejo y no estoy arreglada. Pero eso no es lo importante, lo importante es saber que no existe nadie igual a uno, por lo que hay que estar atenta a lo que realmente te vuelve especial al resto”.








